Desde el Museo de la Solidaridad Salvador Allende despedimos al querido y destacado artista de la Colección MSSA Luis Felipe Noé, figura clave de la Nueva Figuración y uno de los pintores más relevantes de Latinoamérica, quien falleció el pasado miércoles 9 de abril. Destacamos su profundo compromiso político a través del arte y agradecemos su constante apoyo al proyecto del Museo.
Luis Felipe “Yuyo” Noé (Buenos Aires, 1933-2025) fue una figura esencial en la renovación del arte argentino del siglo XX. Mientras estudiaba Derecho en la Universidad de Buenos Aires, participó durante un año y medio en el taller de pintura del artista plástico Horacio Butler y, tras esa experiencia, abandonó la carrera para dedicarse por completo al arte de manera autodidacta, iniciando además una etapa como crítico de arte en el diario El Mundo.
En 1961, tras años cuestionando los límites de la pintura tradicional, propuso a sus colegas Rómulo Macció, Jorge de la Vega y Ernesto Deira, explorar una forma que superara la división entre lo abstracto y lo figurativo. Fue así como juntos formaron el grupo Nueva Figuración, colectivo que marcó un quiebre con el arte abstracto dominante al apostar por una expresión cargada de crítica social y una estética del caos. En 1964 fueron invitados a participar en el Premio Internacional Guggenheim, y en 1985 fueron homenajeados en la sección histórica de la Bienal de Sao Paulo.
“El caos” fue un eje central de su obra y su pensamiento. Sus pinturas, textos e instalaciones se nutrieron de esa mirada fragmentaria que estaba en permanente tensión entre lo político, lo existencial y lo visual. Su obra fue siempre dialogante entre lenguajes, formatos y contextos.
Durante la dictadura militar argentina vivió en el exilio, primero en Nueva York y luego en París, etapa que marcó un giro en sus creaciones, volviéndose más abiertas y experimentales. Al regresar a Argentina en los años ochenta, retomó su actividad artística y se convirtió en un referente para nuevas generaciones de artistas, curadores y críticos.
A lo largo de su carrera expuso en los principales museos de Argentina y del extranjero, incluyendo el Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina, el Museo Reina Sofía en España, el MoMA en EE.UU y la Bienal de Venecia. Recibió reconocimientos como el Gran Premio de Honor del Salón Nacional y el Premio a la Trayectoria del Fondo Nacional de las Artes. Además, su trabajo fue reconocido por su potencia conceptual y visual, pero también por su coherencia y compromiso a lo largo del tiempo.
El artista también se dedicó a la enseñanza, escribió libros y ensayos, y fue curador. Libros como Antiestética y El arte entre la tecnología y la rebelión, condensaron su pensamiento teórico, que dialogó siempre con su práctica artística. Su último libro “Asumir el caos. En la vida y en el arte” fue lanzado el año pasado.
Noé defendió siempre al arte como un espacio de libertad, crítica y complejidad. Para él, el caos no era algo que había que ordenar, sino un lugar desde el cual pensar, sentir y crear.
Luis Felipe en el MSSA
Luis Felipe Noé es parte de la Colección MSSA con sus obras Introducción A La Comprensión De La Civilización Occidental y Cristiana y Esto no tiene nombre II (1976), de la serie América Latina No Tiene Nombre. Estas piezas, donadas por el autor en los periodos iniciales del Museo, encarnan un discurso de crítica social, resistencia y resiliencia frente a la violación de los derechos humanos durante las dictaduras cívico-militares en la región, siendo parte fundamental de exposiciones como Gran Reserva (2010), y la presencia de nuestro Museo en Is it morning for you yet? 58° bienal Carnegie International, exhibida en el Museum de Arte de Carnegie, Pittsburgh, Estados Unidos, en 2022.
También participó en la exposición realizada en el MSSA en 2021, Lunes es revolución. Arte y agitaciones colectivas en tiempos de revueltas, invitado por la curadora Soledad García y fue parte de la publicación del mismo nombre con el ensayo El arte de América Latina es la Revolución, donde invita a reflexionar sobre el papel del arte en la región como un acto revolucionario, inseparable de los procesos sociales y políticos.
A partir de su experiencia en Chile en 1971, el autor critica la violencia como método revolucionario y propone una revolución cultural basada en la autoconciencia, sosteniendo que el arte latinoamericano debe surgir de la propia identidad y lucha del pueblo, no desde una lógica colonial.
Recordaremos a Luis Felipe Noé por su gran legado artístico, su sentido de la innovación y su compromiso con la cultura latinoamericana.
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