Como haciendo arqueología, recogiendo los estratos de la vida del palacio Heiremans, que hoy alberga al Museo de la Solidaridad Salvador Allende, la reconocida dupla artística Rometti Costales ha realizado especialmente una obra para el MSSA, abierta a todo público.
Como una metáfora de los cambios producidos en la historia del palacio Heiremans, el dúo de artistas Rometti Costales, crearon la instalación escultórica y sonora Canción para un fósil canoro que relaciona los hechos que guarda el edificio en la memoria de su estructura, así como el Archivo del MSSA —que en sus documentos registra importantes hechos culturales y políticos de América Latina— con los procesos de fosilización del desierto de Atacama, un territorio que les interesa por ser también sitio que alberga en su costra dura, vestigios de la historia económica y política de Chile.
Julia Rometti (1975 Niza, Francia) y Víctor Costales (1974 Minsk, Bielorrusia) son artistas visuales radicados en Ciudad de México quienes iniciaron su colaboración artística en 2007. Interesados en los debates de la filosofía y la antropología respecto a la relación entre la naturaleza y la cultura, en sus últimos viajes de investigación que han estado dirigiendo por Sudamérica ahora llegan hasta Chile y al Museo de la Solidaridad Salvador Allende.
Esta intervención cuenta con la curatoría de la crítica de arte Magalí Arriola (París, 1970) y es una colaboración del MSSA junto a KADIST, organización sin fines de lucro dedicada al arte contemporáneo, asentada en San Francisco y París, que comprende el arte como un aporte fundamental a la sociedad y a sus temas relevantes. Magalí Arriola es actualmente curadora para América Latina de KADIST a cargo del proyecto El círculo que faltaba del cual la muestra de Rometti Costales en MSSA forma parte integral. Anteriormente se desempeñó en el Museo Jumex (México) entre 2011 y 2014, y como curadora en jefe del Museo Tamayo (México) entre 2009 y 2011.
Piedras que hablan
Edificio ecléctico de reminiscencias europeas, primero fue el hogar de una familia de la antigua aristocracia del barrio República, luego embajada de España, después el Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad de Chile por donde pasaron personajes como Enrique Lihn y Nicanor Parra, durante la dictadura fue centro de escuchas de la Central Nacional de Inteligencia (CNI) y finalmente residencia del MSSA. Capas de la historia de este antiguo edificio que Rometti Costales, hace salir a la superficie con sus restos y los de la naturaleza circundante; vestigios que hablan del Chile reciente.
Mediante la técnica conocida como cera fundida aplicada a materiales orgánicos, esta obra “plantea una referencia a la manera en que, tras fosilizarse, un material reemplaza a otro”, explica Magalí Arriola en el texto curatorial y agrega que este ejercicio de experimentación “no solo representa la fragilidad de lo humano y lo no humano, sino que apunta a las consecuencias que trae consigo cualquier instancia de colonización y a la inscripción de la naturaleza endémica como patrimonio cultural dentro de un discurso nacionalista”, dice.
Explica también, respecto a este trabajo que “abre una serie de cuestionamientos en torno a cómo se conservan y se transmiten los entramados narrativos de la historia social y cultural, y cómo se despliegan sus dimensiones espaciales y temporales en distintas locaciones geográficas”, cuenta.
La trayectoria artística de Rometti Costales ha incorporado sistemáticamente el mito, la historia y la ficción como herramientas para la acción política, basándose en investigaciones propias para incorporar la influencia de agentes activos, humanos y no-humanos, como personajes históricos e imaginarios, plantas psicotrópicas y fenómenos meteorológicos. Anteriormente, han expuesto en Kunsthalle Basel (Suiza); Centro de Arte Contemporáneo La Synagogue de Delme (Francia); Casa del Lago (México); 12a Bienal de Cuenca, (Ecuador); SITE Santa Fe (USA); Bienal FEMSA (México); Midway Contemporary Art Center (EEUU), CA2M (Madrid), Sala de Arte Público Siqueiros (México), entre otros. Actualmente viven y trabajan en la Ciudad de México.
Sobre Kadist
KADIST es una organización sin fines de lucro que cree que el arte representa una
aporte fundamental para una sociedad progresista. Sus programas alientan activamente el compromiso de los artistas, muchas veces representados en su colección, con temas relevantes para el mundo actual. Las colecciones y producciones de KADIST reflejan la esfera global del arte contemporáneo, y sus programas plantean colaboraciones con artistas, curadores y organizaciones artísticas de todo el mundo. Los programas locales en las sedes de KADIST en París y San Francisco, incluyen exposiciones, programas públicos, residencias, e iniciativas educativas. Complementados por las actividades en sus redes sociales, dichos programas buscan generar conversaciones en torno a ideas y arte contemporáneo.