A 50 años del golpe, les invitamos a visitar la exposición Raúl Ruiz: el ojo que miente que estará abierta hasta el 12 de septiembre. La muestra da cuenta de las relaciones entre cine y arte que tejió el cineasta, además de sus visiones políticas y culturales de temas que resuenan al día de hoy.
Como parte de la programación de conmemoración de los 50 años del golpe, el Museo de la Solidaridad Salvador Allende tendrá abierta la exposición Raúl Ruiz: el ojo que miente, hasta el 12 de septiembre. La muestra curada por Francisca García y Érik Bullot, ahonda en las relaciones entre cine y artes visuales presentes en la trayectoria del cineasta chileno exiliado en París.
Nacido en Puerto Montt, Raúl Ruiz (1941-2011) fue un prolífico escritor desde temprana edad. Comenzó escribiendo obras de teatro, trabajó como guionista de televisión, y en 1968 tuvo su debut como cineasta con el largometraje Tres Tristes Tigres. Años más tarde, durante el gobierno de la Unidad Popular, Ruiz realizó varios documentales por encargo a los que le imprimió su propio sello de carácter experimental.
“Estaba en un partido, no en el gobierno, tratando de desarrollar actividades cinematográficas en distintos niveles, sin hacer películas de propaganda. Odiaba las agit-prop tal como eran hechas, pero sí hice películas políticas, que es algo diferente. Estas películas políticas no eran propaganda. Eran películas que intentaban mostrar paradojas donde el sistema o la ideología fallaba. Donde me parecía que había una falla, un error o una paradoja política, yo hacía películas”, comenta Ruiz en una entrevista realizada por Jordi Torrent y que es parte de la exposición en el MSSA.
Un claro ejemplo de este cine político que Ruiz realizó hasta el golpe de Estado es el filme Ahora te vamos a llamar hermano (1971), parte del programa de cine de la exposición Raúl Ruiz: el ojo que miente. En este cortometraje, que se rodó el día en que Salvador Allende inaugura el Instituto de Capacitación Mapuche en Temuco y anuncia una preliminar ley indígena, el ojo del cineasta se concentró en las comunidades mapuche más que en el propio presidente.
“Pienso que hay una resonancia especial entre el trabajo artístico de Ruiz y el Museo de la Solidaridad. El Museo nace como un proyecto popular y experimental al convocar artistas no solamente comprometidos con la izquierda desde el sentido más tradicional, sino que artistas que reflexionen de los lenguajes artísticos. En ese sentido el proyecto de Ruiz permite reflejar un trabajo político que no está ligado a la propaganda, sino que a la experimentación con los lenguajes y a la reflexión sobre lo cultural en un sentido amplio”, comenta Francisca García.
Tras el golpe de Estado, Ruiz partió al exilio, como muchos otros colegas del mundo de las artes, donde siguió desarrollando su carrera artística. Y no solo lo hizo a través del cine, sino que también relacionándose fuertemente con las artes visuales y el teatro. La exposición Raúl Ruiz: el ojo que miente rescata esa faceta y a través de documentos e investigación, da cuenta de ese trabajo cuyas temáticas siguen siendo contingentes.
“Ruiz fue muy adelantado en su pensamiento político y cultural respecto de las discusiones actuales, del multiculturalismo y todos los problemas que tenemos hoy día en Chile y el mundo”, cuenta Francisca García. “Muchos de esos problemas ligados a lo cultural están en la exposición y en las instalaciones. Por ejemplo, en la instalación que creemos se llama Lindo gesto es una reflexión sobre la identidad francesa en relación a los viajes y mercancias coloniales, también tiene que ver con los sueños de los paraísos perdidos o presentes. Ruiz fue desde el comienzo muy atento y despierto en pensar la condición de lo chileno y latinoamericano desde una concepción más global”, añade la curadora.
A 50 años del golpe, te invitamos a visitar la exposición Raúl Ruiz: el ojo que miente y a descubrir más de la mirada política y artística del cineasta.