En un taller organizado por el MSSA junto al Laboratorio de Creación artística de la Escuela de Arte UDP, el electivo de estética de tercero medio reflexionó sobre el concepto de resistencia y aprendió la técnica de la serigrafía, creando piezas que combinan creatividad y reflexión colectiva.
Los días 27 y 29 de noviembre un grupo de estudiantes de tercero medio del diferenciado de Estética del Liceo de Aplicación participaron del taller “Huellas de resistencia”, una instancia donde a través de la experiencia gráfica pudieron reflexionar sobre la noción de huella y cómo ésta puede resistir en el ejercicio que evoca la memoria.
Esta iniciativa surgió como un esfuerzo colaborativo entre el Programa de Mediación del MSSA y el Programa de Creación e Investigación Gráfica de la Escuela de Arte de la Universidad Diego Portales, y se realizó en el marco de la exposición Las ideas felices son así, curada por el equipo del Museo. Esta muestra reúne los resultados de la primera edición del Laboratorio junto a una selección de obras de la colección del MSSA.
La resistencia como huella colectiva
La primera sesión se realizó el 27 de noviembre en el MSSA, donde los estudiantes fueron recibidos por Yenny Díaz, encargada de Mediación, y Catalina Miranda, encargada de Acceso y Activación del Archivo.
Durante la visita, el grupo conoció la historia del museo y su periodo de resistencia durante la dictadura militar, cuando la institución continuó operando desde el exilio gracias a redes de afectos y colaboración internacional. También exploraron y recorrieron la exposición Las ideas felices son así, especialmente el trabajo del Laboratorio de Creación Artística, ubicado en el segundo piso, donde se exponen las obras de los artistas participantes del Laboratorio, obras de la colección y documentos del Archivo MSSA que reflejan los motivos, afectos, luchas e ideas de una gran variedad de artistas internacionales que decidieron donar obras para apoyar la resistencia a la dictadura civil-militar.
Luego del recorrido, participaron de un ejercicio práctico para reflexionar y apropiarse de la palabra resistencia. Para ello, a modo de crucigrama, armaron nuevas palabras que, desde su experiencia, se relacionaban con el término, entre los nuevos conceptos encontramos la esperanza, pensamiento, alianza, armonía. “Fue un ejercicio para acercarse a una noción de resistencia que se transforma en una energía que permite hacer cosas y te moviliza desde la esperanza no es algo que te bloquee. Los estudiantes se apropiaron de esta resistencia, conectándolo con su cotidianidad, como ocurrió en el periodo MIRSA, donde redes de afectos de personas que estaban resistiendo en el exilio, quisieron darle continuidad al proyecto del Museo de la Solidaridad”, explica Yenny Díaz.
Creación gráfica
El viernes 29 de noviembre, el grupo visitó el Laboratorio de Creación Gráfica de la Universidad Diego Portales acompañados de sus profesoras para realizar la segunda parte del taller. Esta sesión fue guiada por Juan Esteban Reyes, artista y profesor del Taller de Gráfica de la institución, e Isidora Urriola, pasante del Laboratorio.
Inspirados en las ideas de cuidado vinculadas a la naturaleza, la comunidad y la historia del Museo, los estudiantes diseñaron matrices para explorar la técnica del fotograbado. Libremente plasmaron sus huellas en papel y realizaron procesos como la emulsión con aceite, la insolación con luz UV y el revelado, para finalmente poder estampar las composiciones elaboradas por los grupos de trabajo.
“La serigrafía es una disciplina que, además de ser clave en momentos históricos como en mayo de 1969, cuando se usaron talleres de serigrafía para imprimir consignas, ofrece una doble potencialidad: un manejo técnico y un significado simbólico que se pueden desarrollar creativamente. Transmitir este conocimiento y despertar el interés por la gráfica y el arte es gratificante, sobre todo al trabajar con jóvenes de enseñanza media. Estas experiencias no solo les permiten explorar nuevas posibilidades creativas, sino también considerar el arte como una alternativa profesional, activando ese «bichito» que impulsa a seguir aprendiendo y creando”, comenta Juan Esteban Reyes sobre la sesión.
La actividad fue valorada por los estudiantes y profesoras, quienes con entusiasmo participaron de la actividad.
“Fue una experiencia muy buena, pudimos salir de la rutina de la sala de clases. Aprendimos cosas nuevas y creamos esta serigrafía que nos quedó super bonita. En el Museo pudimos conectar con las obras y con el concepto de resistencia por la historia de conexiones entre personas que tiene. El hecho de pensar, y que ese pensamiento se vuelva realidad, ya es un hecho de resistencia. Nos conectamos en ambas actividades con esa idea”, comentó Alan Banda, estudiante que participó del taller.
“Me gustó que fuera interactivo. Nunca había experimentado con la serigrafía, me encantaría volver a tener una experiencia así”, agregó su compañero Omar Yanqui.
Por su parte, la profesora de Filosofía María Carla Prado, quien está a cargo del diferenciado de estética del Liceo aseguró: “Fue muy enriquecedor. El taller nos permitió aplicar conceptos y conocimientos del área de filosofía estética y también trabajar colaborativamente, pensando que el arte también es una manera de expresión. Además, pudimos vincular y trabajar en torno al concepto de resistencia, que es algo que está muy presente en la historia del Liceo de Aplicación. Somos un espacio que resiste el concepto de educación pública y sentimos que está muy conectado con el concepto que propuso el Museo”.