El Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA) cumple este jueves 17 de mayo cuarenta y seis años invitando a conocer dos exposiciones que relevan su particular historia donde arte, política y comunidad se entrelazan: «Debut. 43 obras se reencuentran con su Colección», que celebra la recuperación de obras que estaban perdidas luego del golpe de Estado de 1973 y «Pasado inquieto», que narra la interconexión de museos e iniciativas culturales internacionales que, comprometidas con causas políticas y sociales, aparecieron entre los 70 y 80. De esos museos solidarios, el MSSA es el único activo actualmente.
“Los artistas no pueden mirar con indiferencia que sus pinturas, sus esculturas, sus creaciones, sean monopolizadas para el goce estético de coleccionistas privilegiados que las pueden comprar: al contrario, esperan que estén allí donde su acceso al público sea el más amplio y las condiciones de apreciación, las más fáciles”. Así dice la carta de Declaración necesaria, creada en 1972 por los fundadores del actual MSSA.
El jueves 17 de mayo, mes en que también se celebra el patrimonio, el MSSA cumple 46 años trabajando tras la misión de resguardar y difundir las más de 2700 obras donadas por reconocidos artistas plásticos del mundo para los ciudadanos comunes de Chile.
Miró, Chillida, Clark, Matta, Stella, Siqueiros, fueron algunos de los autores que hicieron llegar creaciones con las que se fue formando la colección del museo, sin embargo la historia los obligaría más adelante a ellos y otros artistas a enviar nuevas donaciones a otros países donde el Museo de la Solidaridad se instaló e tras el golpe de Estado, como un gesto de resistencia en el exilio.
Eso en el mejor de los casos, pues hubo obras que fueron enviadas de regreso a sus países de origen y otras que se perdieron desde los edificios en que estaban expuestas y guardadas en Santiago. Tal es el caso de 43 piezas, cuya desaparición el MSSA denunció a comienzos de este año, dentro de las cuales se encuentra la escultura “La niña y la paloma” del artista uruguayo Armando González y cuya última pista aparece en un documental de 1976 en el despacho del almirante J. Toribio Merino.
Historias paralelas
Por aquellos años 43 obras también encontraron un destino particular al ser depositadas en forma clandestina en el Museo Nacional de Bellas Artes. Tras intensas gestiones iniciadas el 2012, hoy están de regreso en la colección que les corresponde como parte del acervo del MSSA.
Esa es la muestra Debut. 43 obras se reencuentran con su Colección, que además de celebrar su regreso al museo, ofrece un pequeño recorrido por los misterios de las redes colaborativas que hicieron llegar pinturas, grabados y esculturas desde países tan distantes como Japón o Rumania.
El caso del MSSA, no obstante, no fue un hecho aislado en el mundo aunque desgraciadamente hoy es el único activo. Eso es lo que descubre la exposición Pasado inquieto, de las curadoras libanesas Kristine Khouri y Rasha Salti, que a vista de la gran preponderancia que tiene el mercado del arte actualmente, decidieron documentar la historia del arte contemporáneo y moderno en el mundo árabe, pero se encontraron con que el periodo entre los 70 y 80, había tejido una compleja red artística que unió a puntos muy distantes en el mundo, como Beirut y Nicaragua, Sudáfrica y Chile.
Se trata de una exposición de archivos y documentos que reconstituyen un pasado “tan reciente como invisibilizado”, según explican Khouri y Salti. Recupera la historia de las prácticas de colección y museografía comprometidas políticamente, así como las distintas manifestaciones de solidaridad internacional en el arte entre los 70 y 80.
Une a su vez historias que por mucho tiempo se contaban como situaciones aisladas: la Exposición Internacional de Arte en Solidaridad con Palestina inaugurada en 1978, el Museo Internacional de la Resistencia Salvador Allende (MIRSA) que funcionó entre 1975 y 1990 en el exilio y las iniciativas “Artistas contra el Apartheid” en Sudáfrica y “Arte para el Pueblo de Nicaragua”. De este modo, esta exposición dibuja la historia del mundo y de lo que el arte hizo por lo que se vivía en aquellos años, donde un tipo de museo tuvo un rol determinante, el museo solidario.
Mensajes importantes
Claudia Zaldívar, directora del MSSA, destaca la importancia de mantener activo el deseo de los fundadores de ofrecer acceso equitativo e igualitario al arte de primer nivel. “Ellos entendían la importancia de abrir y promover el acceso a la cultura y en este caso querían promover el acercamiento de todo el público sin distinciones a grandes obras de arte, que hasta entonces eran patrimonio de unos pocos con más recursos económicos y con mejores posibilidades de educación”, dice y añade, “hoy en el MSSA, nos mantenemos no solo exhibiendo estas obras de la mejor forma posible, sino que a través de actividades de mediación gratuitas, vamos tendiendo puentes entre las exposiciones y todos los públicos que queremos atraer al diálogo y a la reflexión. Estamos invitando a la gente a pensar creativamente”, dice.
La directora del MSSA destaca un hecho que aumenta el valor patrimonial del acervo del museo. “No ha vuelto a pasar en la historia de Chile que artistas de la talla de Miró nos dejaran un regalo a los chilenos en particular, y eso es muy distinto a cuando un museo compra obras para ser exhibidas a público. Aquí fue que Roberto Matta, Frank Stella y muchos otros artistas importantes, nos dejaron un mensaje”, dice respecto a la relevancia que el museo adquiere actualmente, cuando además es el único en su tipo en el mundo. Otros ejemplos como el de Beirut, que fue destruido y las obras que sobrevivieron están en resguardo con un futuro incierto, y otro en Sudáfrica, que mantiene su colección en depósitos de una Universidad, pero no está siendo exhibida.
Ese jueves 17 de mayo, para celebrar su aniversario, el MSSA ofrecerá el seminario «Educación artística desde la acción social. Bases del siglo XX» donde destacados expertos harán repaso por primera vez y de manera exploratoria, a los contextos e iniciativas comunitarias e institucionales que replantearon la cultura de acción colectiva y pedagógica, motivando el cuestionamiento de la concepción tradicional de Bellas Artes.
Para mayor información e inscripciones sobre el seminario, recomendamos este enlace.