A partir de un recorrido multifocal y una reflexión sobre el vínculo entre documento, testimonio y archivo, esta exposición exhibe las tensiones y contradicciones artísticas y políticas que dieron sentido al MSSA, un proyecto sólo imaginable en el contexto de los complejos años setenta.
Articular la historia de formación del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA), como proyecto museal único en su género y caso ejemplar de las utopías y apuestas políticas de segunda mitad del siglo XX, es el objetivo de esta muestra que, a través de la curaduría de Amanda de la Garza y Luis Vargas Santiago, propone el despliegue de un relato artístico y político entre México y Chile en los años 70, mediante una extensa revisión de documentos, obras gráficas y testimonios recientes.
El MSSA surgió como resultado del proyecto socialista encabezado por el ex presidente Salvador Allende, donde un selecto grupo de intelectuales y artistas convocaron en 1971 “a los artistas del mundo” a donar obras para la fundación de un museo de arte moderno y experimental para el pueblo chileno. Sin embargo, dicho proyecto político-artístico tuvo un azaroso devenir tras el Golpe de Estado ocurrido el 11 de septiembre de 1973, momento desde el cual se continuó operando en el exilio bajo el nombre de Museo Internacional de la Resistencia Salvador Allende (MIRSA). No fue hasta 1990, una vez concluida la dictadura, que se reunificó la colección dispersa al interior y fuera de Chile para la reapertura del Museo de la Solidaridad Salvador Allende en Santiago.
Hace dos años el MSSA en conjunto con el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) de México se embarcaron en la investigación“La historia del MSSA, develando procesos y recuperando memoria” con el propósito de conocer cómo se conformó la colección mexicana, además de reconocer las redes culturales y políticas que se tejieron a nivel institucional y comunitario durante los setenta entre México y Chile, así como la participación de agentes de la cultura que conformaron el acervo artístico del Museo de la Solidaridad durante el gobierno de Salvador Allende y sus avatares tras el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973. De esta forma, la exposición se centra de manera particular en las donaciones de artistas mexicanos a la colección de este museo en las etapas mencionadas. México fue no sólo uno de los primeros países en donar obras, sino que también operó como uno de los bastiones más significativos de la resistencia chilena en el extranjero. De este modo, la muestra busca entender de manera ampliada las relaciones de solidaridad política y artística entre México y Chile en los años 70: primero en apoyo a la vía chilena al socialismo, y posteriormente al convertirse México en país de acogida del exilio chileno. Durante esta fase, el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, dirigido en ese entonces por el gestor cultural Fernando Gamboa, se convirtió en una de las sedes temporales del MIRSA.