Leer el cuerpo mediante una fotografía. Buscar en el conjunto de signos aquellos que nos conduzcan hacia una determinada identidad sexual. Primero, olvidar la mediación fotográfica para encontrarnos en plenitud con la realidad. Luego, surgen dudas, problemas y una serie de preguntas: ¿Hasta qué punto es posible clasificar un cuerpo? ¿Existe una porción de cuerpo, un detalle que nos lleve a pensar inductivamente a qué lugar social, cultural y legal incorporarlo? ¿Es el cuerpo el que produce la imagen o es la imagen la que ofrece la posibilidad de un cuerpo? ¿Será el cuerpo un espectáculo más que sin mostrar sus mecanismos sólo nos deja creer en la posibilidad de su existencia?