¿Qué entendemos por educación?, ¿para qué educamos?, ¿cuál es el rol educativo de la escuela y del museo? Estas son algunas de las interrogantes que orientan y abren la discusión sobre el concepto de “educación”, tema relevante para el país, y que hoy es necesario poner en cuestión, para repensarlo, negociarlo y finalmente transformarlo.
En este ejercicio democrático y pedagógico, que considera estas y otras preguntas, en torno a dos instituciones que tienen por misión educar -la Escuela y el Museo-, se han generado diversas reflexiones a partir de la colección del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA). Docentes, estudiantes, mediadores, y visitantes seleccionaron obras de la colección y elaboraron discursos, posibles respuestas, o mayores interrogantes a través de sus experiencias vinculadas al concepto de ‘educación’.
En su mayoría poco conocidas, las veinticuatro obras de la colección MSSA elegidas para esta muestra fueron donadas al Museo en distintos momentos de su historia. Del periodo Solidaridad predominan obras latinoamericanas, como es el caso de la uruguaya Amalia Polleri, los argentinos Juan Campodónico, Florencio Garavaglia y Adolfo Nigro, el mexicano Francisco Beckern y el brasileño Servulo Esmeraldo. De Resistencia se suman artistas de países como Suecia, con Olof Sandahl y Sten Eklund; Argelia, con Ali Silem; Mustafa Altintas de Turquía; Vladimir Kopteff de Finlandia y Aleksandrs Dembo de la ex Unión Sovietica. De las donaciones más recientes destacan piezas de Yoko Ono, Roberto Matta, el brasileño Antonio Henrique Amaral y el español Daniel Canogar.
La exposición considera tres ejes que invitan a repensar qué entenderemos por educación: lo que sabemos, aquellos elementos evidentes, los significados comunes, el discurso aprendido.; lo que no vemos, aquellos elementos que de tan cerca no los vemos, lo que no nos parece importante o que no es legitimado; y lo que queremos, el espacio de la utopía, lo que nos imaginamos, el deseo.