Si bien el envío de obras desde Polonia en la etapa fundacional del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA) fue más bien escueto, durante el periodo Resistencia el conjunto donado por artistas de ese país se distinguió por el gran número y la diversidad de las propuestas artísticas.
Este caso, que se abordará en el Muro Colección, resulta distintivo porque contó con el apoyo de importantes organizaciones del ámbito cultural de ese país, entre ellos, el Ministerio de Cultura y Arte de la República Popular de Polonia, el Comité de Solidaridad Polaco con el Pueblo de Chile y, sin duda, el de una excepcional iniciativa que, al igual que el Museo de la Solidaridad, se erigía como un espacio artístico y solidario para hacer frente a la crisis política: el Museo de Arte de Lodz. Este espacio de arte moderno/vanguardista conformó su colección gracias a donaciones de artistas europeos en un contexto de turbulencia sociopolítica como fue el periodo de entreguerras (1931).
Tanto el Museo de Arte de Lodz en los años treinta y cuarenta como el Museo Internacional de la Resistencia Salvador Allende (MIRSA) en la década de los setenta se alzaron como bastiones culturales de la lucha antifascista en el mundo. La vinculación de ambos proyectos institucionales, consumada en 1978 gracias a las donaciones que los artistas polacos efectuaron en apoyo a la causa chilena, visibilizó y, más importante aún, actualizó una historia de estrechos lazos políticos entre ambos países. Varios de los artistas polacos con presencia en el Museo de Arte de Lodz donaron obras al MIRSA, formando parte de un conjunto poco conocido y estudiado al interior de la colección del MSSA.